A Tom lo recogí yo de la calle, era un saquito de huesos y estaba absolutamente lleno de parásitos. Lo llevé a casa y día a día le fui dando de comer, hasta que se puso bien gordete. Le quité hasta el último de sus parásitos y le bañe, todo esto él me lo agradecía lamiéndome las manos cada vez que me veía. Descubrió que no todos somos iguales y que hay gente que le va a poder dar todo el cariño del mundo, todo aquello que nunca antes había sentido. Lo lleve a El Refugio (El Espinar) con todo el dolor de mi corazón, después de dos meses ya que tengo dos machos y no lo aceptaron por lo queme fue imposible quedarme con él. Es noble, fiel y agradecido. La persona que lo adopte tendrá el mejor de los perros.
Contacto: El Refugio 917303680-619756831