El jueves por la noche recibimos una llamada urgente de los bomberos pidiéndonos que recogiéramos un perro quehabían rescatado. Al llegar nos encontramos a Camilo, un precioso Montaña de los Pirineos, terriblemente guapo y enormemente grande, todavía con su pelo húmedo y con las marcas verdes dibujadas en el pelo de la cabeza dejadas por el agua de la poza al que fue tirado para ahogarlo. Un chico que iba en bici lo vio desde la carretera y dio el aviso; el pobre perro estaba ya en sus últimas, solo se le veia el hocico por encima del agua y con las patitas intentaba agarrarse como podía a la pared, luchando por seguir viviendo. Si hubieran tardado mucho más no hubieran podido hacer nada. Entre 3 bomberos y una media grúa lograron sacarlo medio moribundo, sin fuerzas y totalmente agotado. Lo llevamos corriendo al vete que nos dijo que era un perro bastante viejo, más de 9 años. Estábamos aterrorizados de llegar al refugio con él y ver la reacción de los demás cuando vieran un perro que sumaba 3 grandes juntos, pero todo fue bien. Entró en la casa y si querer comer ni beber se quedó dormidito con las caricias de los hocicos que se le iban acercando a él para investigar quién era ese nuevo inquilino de pelo color nieve y de más de 60 kilos. Y allí sigue, es lo más bueno del mundo, un abuelito que nos necesita a todos. Os pido ayuda, hay que encontrarle un hogar aunque parezca imposible, no podemos dejarlo en la sierra a la espera del durísimo invierno que tenemos allí. Está en el refugio Sierra Nevada de Granada.
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