Julie es una perra que ha permanecido los últimos meses encerrada en un balcón de un edificio de Valencia, al menos desde junio y atada a una cuerda de un metro de longitud, sin tener ningún acceso al interior de la vivienda. El animal se veía obligado a hacer sus necesidades allí mismo, con el consecuente perjuicio para la perra, para los vecinos que vivían en balcones inferiores a éste y para los viandantes que tenían que esquivar la mancha de orín que se generaba en la acera. La perrita permanecía en el balcón incluso en circunstancias climatológicas adversas, como las calurosas tardes de verano y las lluvias y granizo del pasado mes de octubre. Por todo ello, algunos vecinos decidimos denunciar la situación, pero de algún modo el dueño se enteró de la movilización y manifestó que Julie le estorbaba y que si le implicaba en problemas no dudaría en sacrificarla. Nos asustamos y paralizamos el proceso de denuncia y una vecina decidió sacar a la perrita de allí (el dueño no puso ninguna resistencia). La perra es un cruce de pastor alemán de tamaño mediano, de un año de edad y tiene microchip y la cartilla de vacunación al día. Pese a haber permanecido atada durante tanto tiempo no tiene problemas de sociabilidad, por el contrario es muy cariñosa con la gente y juguetona con los de su especie (sean perros o perras, grandes, pequeños o medianos, puedo dar fe porque cada día salgo con ella a dar un paseo). Se llama Julie como te comentaba, pero no atiende a su nombre, del mismo modo que tiene una conducta algo desordenada cuando permanece en el interior de una casa, todo obviamente por falta de costumbre y por el régimen de encierro al que la ha sometido su anterior dueño. Está acogida temporalmente, pero necesita un hogar de forma urgente porque la persona que la cuida tiene otros tres perros ya. Se da en adopción preferentemente en la Comunidad Valenciana y nos gustaría hacer un seguimiento de su adaptación.
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