Chicho es de esos perros a los que les tienes que coger cariño a la fuerza. Es muy gracioso y tiene un pasado bastante chungo. A la antigua dueña le quitaron todos los perros que tenían porque los tenía en muy malas condiciones, no les daba de comer, los tenía atados y tenía ocho perros muertos en su casa, algunos debajo de su cama. El refugio se hizo cargo de 17 perros, de los cuales ya solo nos quedan dos y Chicho es uno de ellos. Es marrón rojizo y tiene la cara muy simpática y bastante singular. Seguro que no hay otro igual. Debe tener unos dos años, se le ve jovencito y no tiene rabo. Está castrado. Está en el Refugio KIMBA, en Cádiz.
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