
Estos gatitos ya están a salvo con su madre. El guarda había cerrado el hueco en el que se cobijaban el viernes a la noche, pensando que así el sábado saldrían por el hambre, pero no fue así, y cuando fui el sábado a la tarde la madre había estado haciendo guardia en el hueco durante toda la noche y toda la mañana sin moverse de ahí, con un pajarillo muerto para sus bebés. Queda el padre, y la obra se acaba y ya nadie podrá darle de comer. Es blanco y negro, unos ojos verdes muy grandes y es muy bueno. Las fotos que veis son de la mamá con sus bebés, que ya están a salvo y esperando adoptantes.
Contacto: Natalia
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