La primera vez que la vio una amiga fue a mediados de enero y la volvió a ver hace una semana. La pobre Karen había perdido mucho peso, estaba sucia y sus ojos tristes, la pobre estaba tumbada con la mirada perdida y cuando mi amiga la llamó ni siquiera se levantó. Se bajó del coche y al tocarla la pobre Karen movió su rabito, agradeció la caricia, pero no esperaba nada más de mi amiga, no se levantó y siguió con la mirada perdida. Mi amiga pudo mirar para otro lado y dejar a la pobre Karen a su suerte. Karen lleva ya una semana recuperandose y su mirada ha cambiado, sus ojos brillan y no para de jugar.Pero Karen necesita una familia que la pueda cuidar y mimar. Por favor ayudarme a difundirla. Es cruce de labrador, color chocolate y muy cariñosa. Está en Córdoba.
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