Ari es una husky adulta de unos 5 o 6 años. Hace unos meses la recogieron en la calle en muy mal estado. Estaba muy enferma y casi no podía caminar, sólo pesaba 9 kilos y le faltaban cuatro dientes inferiores, tenía las orejas peladas y además una fractura antigua en la pata trasera que a veces le duele y le hace cojear. El resultado de la analítica demostró que tenía Leishmaniosis con un título muy alto y también microfilarias. Estuvo a punto de ser sacrificada, pero al final su familia de acogida decidió comenzar un tratamiento que está dando resultado. Lo primero que hicieron fue tratar la microfilaria y estuvo ingresada varios días. Cuando se recuperó, comenzaron a atacar la leishmaniosis. Ahora se encuentra mucho mejor. Ha engordado y ya se atreve a correr y a jugar un poco con los otros perros de la familia. Es muy buena. Nunca ladra y es cariñosa y muy obediente. Necesita una familia que la quiera a pesar de todos sus problemas y que esté dispuesta a ayudarla a superar su enfermedad. Está en Adana, Badajoz.
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